La celebración del futbolista turco Merih Demiral tras anotar su segundo gol contra Austria, que incluyó un saludo asociado a un grupo ultraderechista, ha desencadenado un incidente diplomático entre Turquía y Alemania. Nancy Faeser, ministra de Interior alemana, ha convocado al embajador turco después de que Ankara hiciera lo propio con el embajador alemán. "Es inaceptable usar la Eurocopa como plataforma para el racismo", afirmó Faeser el jueves, pidiendo sanciones a la UEFA, que ya abrió una investigación el miércoles.
La UEFA ha sancionado a Demiral, defensa central, con dos partidos, por lo que no podrá jugar en el crucial partido de cuartos de final contra Países Bajos el sábado. Esta Eurocopa ya tuvo un precedente similar con el albanés Daku, sancionado también con dos partidos por cánticos ofensivos contra serbios y macedonios del norte.
En respuesta a la controversia, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha modificado su agenda, cancelando una reunión en Azerbaiyán para asistir al partido de cuartos en Berlín entre Turquía y Países Bajos. Este movimiento ha sido interpretado por algunos como un gesto de apoyo hacia Demiral, quien ha recibido numerosos mensajes de solidaridad de la alianza gubernamental y de ciudadanos turcos. El gesto de Demiral se ha relacionado con los Lobos Grises, la rama juvenil ultranacionalista del Partido del Movimiento Nacionalista de Turquía (MHP), aliado del Partido AK de Erdogan.